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El Retorno de la Música en Vivo, y mi (¿nuestra?) Cordura



Los conciertos que tuve hace poco en España con Spanish Brass y Pablo & Chano Dominguez fueron medicina para mi alma.



Todo músico ha quedado con historias de terror para contar sobre éste último año y medio, y en eso me incluyo - que todos nuestros conciertos se hayan desvanecido práctica, ó literalmente, de un día para el otro; y todas las dificultades emocionales y financieras que vinieron con esta espantosa era del covid.

Estoy extremadamente agradecido de que al menos pude mantener un ingreso humilde, pero suficiente, gracias a LOTUS, lo cual me salvó de un montón de problemas adicionales. Sin embargo, no tener un solo concierto desde Marzo 2020 hasta Julio 2021 fue suficiente para afectar verdaderamente mi bienestar. Durante los últimos años ya venía con una agenda con menos conciertos y más tiempo en LotusLandia, pero sin ningún concierto ni nada que se le asemeje, sentía que me estaba pudriendo en la vid.

Las dificultades explotaron cuando me enfermé de covid y comencé a experimentar una seria fatiga, falta de claridad mental y depresión durante los siguientes meses. Fue verdaderamente una puta mierda. Lograr hacer cualquier tarea requería un esfuerzo monumental, y tuve que hacer las paces con el hecho de que simplemente no iba a ser tan productivo hasta nuevo aviso; lo cual obviamente fue muy difícil de asimilar considerando lo ambicioso que soy.

Eventualmente los síntomas comenzaron a bajar, y comencé a volver a un nivel de energía normal, lo cual necesitaba desesperadamente para poder afrontar las complicaciones que tuvimos en LotusLandia con la cadena de suministro. Pero algo seguía estando terriblemente mal. Quedarme completamente fuera de un ambiente socio-musical fue tan perjudicial para mi salud como los síntomas del ‘covid largo’. Por supuesto no estoy solo en sentir que la música no es solo un condimento de la vida; es un elemento esencial para mantener mi bienestar mental, emocional y espiritual - en todos los sentidos.

Igual hice lo que pude. Hice mi nueva página web personal, al igual que la nueva página web de Lotus, estuve 14 semanas en Italia trabajando en detalles de la producción y cadena de suministros de nuestras boquillas, estudié mucho, amplié mi práctica de meditación, hice un montón de arreglos, y ocasionalmente tenía flashes de inspiración para componer algo de música por mi cuenta. Podría decirse que todo estaba yendo bastante bien considerando las circunstancias. Pero seguía habiendo algo terriblemente mal. De alguna manera, me seguía sintiendo más como una sombra de mi verdadero ser.

Entonces, después de un año y medio que se sintió como toda una década de mierda, una conversación con mi amigo Carlos Benetó de Spanish Brass terminó en varios conciertos manifestándose con poco tiempo de aviso. Le había propuesto que colaborásemos para un tributo a Chick Corea cuando fuese posible; yo había transcrito algunas de sus piezas y planeaba hacer mucho más. Me imaginé que íbamos a planearlo para el año siguiente.




Pero como se dan las cosas, el timing de nuestra conversación fue perfecto - Spanish Brass había podido continuar teniendo conciertos en España, ¡y tenían varias fechas próximas que eran perfectas para que uniéramos fuerzas! Y como si fuese algún tipo de chiste cósmico sobre la temática “festín o hambruna”, tuve que preparar un programa entero de Chick Corea en NADA de tiempo. Pero quién soy yo para quejarme de un CONCIERTO?! Especialmente con un gran ensamble, ¡y más incluso después de este épico período de hibernación!

Para acortar la historia, trabajé más duro de lo que había necesitado en AÑOS para poder lograr esto. Con la cantidad de tiempo necesaria para la transcripción y luego los arreglos, solo logré tener todo preparado durmiendo cada otra noche - alternando con noches enteras de trabajo - durante tres. semanas. Fuera de chiste. (En realidad, si dormí dos noches seguidas un par de veces; todo revelado.) Hacia el final ya se había hecho bastante brutal. Pero al mismo tiempo, la música de Chick es un lugar muy cómodo para llamarle hogar durante periodos largos de tiempo; es tan brillante en tantos niveles que aviva mi férrea atención. Y hace ya mucho tiempo perfeccioné la habilidad de mantenerme en un profundo estado meditativo donde puedo trabajar por, bueno, dos días seguidos, tomándome apenas algún momento para comer o mear - ni hablar de otras cosas innecesarias como ducharme. Y así estuve por un tiempo; bastante alejado de la realidad, viviendo en un sueño sin fin de la música de Chick. Es un estado un poco demasiado intenso como para sostenerlo por mucho tiempo, muy seguido, pero también se sintió increíble durante la mayor parte del tiempo. Yo prospero en esa intersección donde la pasión se encuentra con una pistola en la cien.

Después de terminar tantos arreglos como fue posible, y con mi vuelo a España a solo unos días, más que descansar, armé una plataforma de pedales nueva para lograr los efectos de sonido de Chick más centrados en el sintetizador. Realmente tenía que suceder. Y luego, ¡BOOM - empacar - volar! Oh por Dios, ¡estoy viajando! ¡A un concierto!

Y entonces… … ¡llegó LA RECOMPENSA! ¡El primer concierto después de tanto tiempo! Acompañando a Spanish Brass en la apertura de su hermoso festival en Alzira - ¡su 20 aniversario ni más ni menos!



Poder tocar esa música con Spanish Brass, Pablo Dominguez en la percusión y mi colaborador de toda la vida y hermano, Luca Dell’Anna, en el piano, para cientos de personas (al aire libre) se sintió, ¡electrizante! ¿Ubicas en la película “Volver al Futuro” donde un rayo desata el viaje en el tiempo del DeLorean? Bueno, algo asi - solo que fui transportado a un tiempo mejor, donde mi trabajo era hacer feliz a la gente, llevarlos a un lugar mágico, lejos de sus batallas personales, y llenándolos de inspiración y alegría - ¡ese se supone que es mi trabajo! (¡#@%&!)

Sentirme así nuevamente me cambió en un nivel molecular. Claro que podría haber tocado mejor, y podríamos seguir limpiando la música (¡lo cual haremos antes de comenzar a grabar un álbum en Febrero!) pero lo más importante de todo lo que tenía que suceder - sucedió. Cientos de personas salieron de ese concierto sintiéndose más livianos, con enormes sonrisas en sus caras, incluyéndome a mí; ¡totalmente recargado! Pude volver a sentirme como Adam Rapa, el que ustedes conocen. Ese bucle de retroalimentación sinérgico de amor y apreciación que podemos crear con la audiencia - cuando nuestros egos no se interponen - ¡es un medicamento muy poderoso!


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Luego vino el segundo concierto: Un ensamble grande de metales junto a Spanish Brass, Luis Gonzalez, Roberto Bodí, y otros grandes músicos, conducidos por el gran Thierry Caens. ¡Eso también fue MUY divertido! Era un ambiente social tan saludable, gente tan hermosa. Poder tocar nuevamente al aire libre para cientos de personas fue, nuevamente, mágico.



Y como si no hubiese sido suficiente, luego vino el tercer y último concierto del mes con Spanish Brass. ESTE vino con el extra añadido de poder tocar con ¡CHANO DOMÍNGUEZ! Ya habíamos tocado todos juntos hacía como unos cinco años (aquella vez también con su hijo Pablo en la percusión) y había ansiado repetirlo desde entonces. Chano siempre, siempre, toca con la misma libertad y carácter juguetón de un niño de 5 años en los juegos de una plaza, lo cual es TAN infeccioso y estimulante.

Chano también estaba muy entusiasmado por rendirle homenaje a Chick, entonces tocamos algunos de mis arreglos, mientras el resto del concierto fue su programa con/para Spanish Brass, el cual fusiona Flamenco y Jazz de una manera única y cautivadora, y conmovedora. Ya que Carlos y Juanjo no necesitaban para nada mi ayuda con sus (increíblemente exigentes) partes de trompeta, simplemente pude disfrutar de tocar algunos solos y tener algunas vivaces conversaciones musicales con Chano.

De nuevo, podría haber tocado mejor (y ciertamente lo hubiese hecho si tan solo hubiésemos tenido otro concierto) y sin embargo, lo más importante que tenía que suceder - sucedió. Esta vez se sintió incluso más como una vuelta a la vida de antes: tocamos frente a un auditorio lleno - casi 1500 personas en el salón de conciertos más antiguo de Valencia, el Teatro Principal de Valencia. Fue IRREAL.




Estar sobre un escenario como ese, tocando en salones grandes, solía ser tan común que de alguna manera lo di por sentado. Es decir, siempre estuve agradecido, pero también era ‘lo mismo de siempre’. No sé cuantas miles de veces he tocado frente a miles de personas. Ciertamente nunca esperé pasar un año. y. medio. sin absolutamente nada. Inconcebible.

ESTA vez, en una noche de verano perfecta, con maravillosa compañía, ¡fue un placer indescriptible! No hay metáfora que se acerque a describir mi euforia. Todo el mundo estaba tan feliz de estar ahí, tanto la audiencia como el ensamble. ¡Y yo no había estado tan feliz de hacer un meet-and-greet después de un show en años!

Tengo solo un par de conciertos más en mi calendario por el resto del año, los cuales obviamente espero con ansias, pero estas experiencias recientes me han hecho sentir tan refrescado, y me han traído de nuevo a mi ser “normal,” que estoy en un estado de estar más contento que ansioso por el siguiente concierto. ¡Y qué sensación tan magnífica que es esa!

Espero que todos y cada uno de ustedes hayan podido (o puedan dentro de poco) volver a una vida de servicio dentro de su comunidad, elevando sus espíritus (suyos y de la comunidad) con el poder curativo tan tangible de la música en vivo. Si algo bueno puede salir de esta época del terror para los músicos, que sea una renovada apreciación y una incentivada demanda por más música en vivo en nuestra sociedad. En este caso, uno solo puede esperar que la ausencia haya hecho al cariño (colectivo).

Algo que ciertamente podemos hacer para generar más demanda de música en vivo es dar lo mejor de nosotros para asegurarnos que nuestras audiencias la pasen bien; que salgan cambiados. Asegurándonos de que no son solo testigos de alguien ensimismado en su propia cabeza, o luchando contra sus miedos, o azotando su ego - nada de eso les hace bien. Entre más pura y honesta, lúcida y libre, y en servicio de un bien mayor sea NUESTRA experiencia, lo más profunda será la de ellos; lo más seguido querrán repetir la experiencia, y compartirla con amigos.

Por eso debemos cuidar nuestra salud mental y emocional, junto a nuestra búsqueda de la maestría técnica, siempre. Descuidar cualquier aspecto no es una opción (¡nos vemos en la página Educativa!) [¡¡Un enorme agradecimiento a Simone Biles por ser un catalizador tan poderoso en este aspecto!!]

Ojalá a todos se nos recuerde las razones por las cuales la música en vivo es tan importante para nuestra sociedad, como probablemente lo ha sido desde el comienzo de nuestra especie. Y que, yendo hacia delante, todos seamos mejores sirvientes y mejores defensores de la música en vivo de calidad, mientras la vida vuelve a resucitar.

Amén. Namaste.




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